Esta madrugada, Ariel Páez -hijo de un gremialista del sindicato de Empleados y Obreros del Comercio (SEOC)-, estuvo siendo buscado por la Policía, acusado de ser el autor del asesinato de Javier Molina. Páez Fernández fue aprehendido antes del mediodía, mientras se encontraba durmiendo en su casa.
Javier Hernán Molina tenía 25 años y trabajaba en el gremio. Ayer a la noche había asistido a una reunión por el Día del Trabajador que organizó con sus compañeros, en la casa de uno de ellos. En el encuentro también estaba presente Páez Fernández, hijo del secretario de Organización del SEOC, Serafín Arturo Páez.
Por causas que aún no se determinaron, alrededor de las 4, Molina y Páez habrían comenzado a discutir. Una pelea que habría continuado a las piñas y terminado con la muerte de Molina, tras recibir una puñalada en el corazón. Testigos llamaron a la ambulancia que trasladó a Molina al hospital Padilla, donde murió pasadas las 9.30.
La denuncia policial se realizó pasadas las 7.30, hora en la que comenzó a ser buscado el presunto autor del crimen. Páez fue hallado durmiendo en su casa minutos antes del mediodía. Se encuentra aprehendido, a disposición de la Justicia.
Apasionado del deporte
Javier Molina era un deportista nato. Tenía cinturón marrón en Kick boxing y azul en Jiu jitsu. Daba clases particulares de defensa personal y de MMA.
Estaba de novio hace, por lo menos seis meses, y tenían juntos a Zeus, un perro Boxer que llegó a sus vidas a fines de abril.
En la noche de ayer subió historias a su cuenta de Instagram en las que se lo veía yendo a la reunión y disfrutando con amigos, antes de la pelea.